Según datos recientes, el Euríbor a 12 meses, que en agosto había alcanzado máximos históricos cercanos al 4,1%, cerró noviembre con un descenso significativo, situándose por debajo del 3,5%. Esta caída supone un alivio para aquellos hogares que están pendientes de revisar sus hipotecas variables, ya que muchas de ellas verán una reducción en sus cuotas mensuales.
Sin embargo, este descenso también ha coincidido con un fenómeno inesperado: el repunte en la firma de hipotecas en septiembre, que creció un 12% interanual según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto se explica por el aumento de la demanda de préstamos hipotecarios por parte de compradores que buscan aprovechar las condiciones más favorables en el mercado.
¿Qué está detrás de este movimiento del Euríbor?
El retroceso del Euríbor se debe principalmente a las expectativas de que el BCE podría moderar las subidas de los tipos de interés en los próximos meses, tras una política agresiva de aumentos para controlar la inflación. Los mercados financieros están anticipando un cambio en el ciclo económico, lo que ha reducido la presión sobre este índice.
No obstante, los expertos advierten que esta caída podría ser temporal. "Aunque el Euríbor ha bajado considerablemente, los hogares no deberían confiarse. Todo dependerá de cómo evolucione la inflación y de las decisiones futuras del BCE", explicó Marta López, analista financiera de BBVA Research.
Impacto en las familias españolas
El efecto inmediato para las familias con hipotecas variables es un alivio parcial en su presupuesto. Por ejemplo, una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial de 1%, podría experimentar una reducción de hasta 100 euros en su cuota mensual tras la revisión.
Sin embargo, el aumento de la firma de hipotecas refleja también un panorama dual. Por un lado, los nuevos compradores están apostando por las hipotecas fijas para blindarse ante la volatilidad futura, mientras que otros optan por las variables, confiando en que el Euríbor mantenga su tendencia a la baja.
¿Qué podemos esperar para 2024?
A medida que nos acercamos al nuevo año, los economistas mantienen una perspectiva cauta. Aunque las bajadas del Euríbor son una buena noticia para las familias y los compradores, también plantean dudas sobre la estabilidad del sistema hipotecario y la capacidad de los bancos para seguir ofreciendo condiciones competitivas.
En cualquier caso, los próximos movimientos del BCE serán clave para determinar si esta caída histórica del Euríbor se consolida o si estamos ante un respiro momentáneo antes de nuevas alzas.
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